Nota para mi amante, con cariño y convicción:
"Quiero que me tomes, quiero ser tuya, completa,
tuya… explora cada milímetro de mi cuerpo, reconoce cada textura, percibe cada aroma,
ahora ven mírame, mira mi cabello desordenado, mi frente empapada en sudor, mis
ojos dilatados… mi nariz, la frecuencia de mi respiración, mi boca, mi boca
exhausta pero implorando un poco más de ti, mi cuello, mis senos, mi cuerpo que parece
convulsionar pidiendo a gritos mudos una caricia, un beso, tus manos, tus dedos, tu boca, no puedo esperar un
segundo más.
Ahora, mira
mi ombligo, redondo como luna llena, pasas tu lengua en su interior y toda mi
piel se inquieta, ahora, baja un poco más, un poco más. ¿Lo ves? ¿Logras
verlo?... Ahí está! Deseándote, esperando algún gesto de bondad que te permita
acercarte un poco más, ¿Lo ves?. Te está invitando. Quiere que entres… que no
tengas piedad ni intentes ir despacio, no puede esperar más. Quiere que logres
llegar, allí, sí, al punto exacto, a ése que la hace vibrar… casi lo logras… no
dejes de moverte, pero no olvides las caricias, sigue tocándola… el reloj se
detiene, mi cuerpo siente morir, el
reloj se detiene… tictac… comienza a andar y bajamos a la serenidad de nuestras
caricias, a los besos simples, básicos.
Te daré un minuto
de descanso, lo prometo, pero luego prométeme dejarme ser ahora la exploradora
y hacerte mío, lo mereces, lo merezco.
Prometo ser salvaje."
Así es que gustan las invitaciones, al grano, sin tapujos
ResponderEliminar